En la página FUEGO Y MANIOBRA encontrará la Introducción y capítulos referidos a la guerras en la Edad Media, de la obra del mismo nombre del Dr. Mg. Jorge A.Vigo

16 de junio de 2015

La frase de la semana.


“Abriré una brecha en la línea. Cuiden, mis queridos paisanos y confederados, de mi esposa y de mis hijos…” Arnold Winkelried, en la batalla de Sempach.


El 9 de julio de 1386 se libró la batalla de Sempach, a pocos kilómetros de Lucerna, en Suiza. Allí se enfrentaron los confederados de los cantones de Lucerna, Uri, Schwitz y Unterwald con las tropas del duque Leopoldo III de Habsburgo, integradas por caballeros austriacos y otros de diferente procedencia, así como mercenarios italianos, franceses y alemanes. Se dirimiría en ella la predominancia de uno u otro bando en los territorios situados al sur del Alto Rhin (coincidente con la parte central de la Suiza actual). Ese día la caballería del duque, que avanzaba por la comarca hacia Lucerna y sus alrededores, se encontró inesperadamente con las fuerzas confederadas, inferiores en número. No obstante, estas quedaron dueñas del campo luego de una lucha con diversas alternativas. Winkelried pronunció su frase al cargar contra las lanzas austriacas, atrayéndolas sobre sí de tal manera que sus camaradas pudieron aprovechar la brecha creada por su acción, venciendo al adversario. Con la victoria, desalojar a los austriacos del territorio que ambicionaban sería cuestión de poco tiempo. 

Pero la acción de Winkelried forma parte de los denominados “mitos fundacionales”, los que “pertenecen al género literario de las leyendas, mezclando tradiciones locales y sujetos narrativos de diversos orígenes”Entre los “grandes mitos” de la antigua Suiza, el del sacrificio de Winkelried se suma, por ejemplo, al del “héroe legendario” Guillermo Tell y a ciertos episodios como el “juramento de Grütli” y la destrucción de los castillos austriacos en la misma época. Nunca se ha podido establecer la relación entre estos relatos y los hechos reales. En el caso de Sempach, en las crónicas contemporáneas de la batalla ni Winkelried ni la hazaña que se le atribuye son mencionados. Recién hacia 1476 aparece una mención al hecho en sí y sólo en 1533 aparece Winkelried como su protagonista, y la frase con la que fue a la muerte por su tierra. 

Es en los momentos difíciles e inquietantes de una nación, cuando el potente simbolismo de estos mitos y leyendas contribuye a crear sentimientos profundos de pertenencia y motivación para enfrentar la emergencia: consumada la ofensiva alemana de 1940 con la caída de Francia, y ante la casi certeza de que el próximo objetivo de Hitler sería Suiza, el General Henri Guisan, al mando del movilizado ejército helvético, reunió a sus oficiales pidiéndoles juraran defender el suelo patrio a toda costa. Y lo hizo convocándolos en la mítica y simbólica pradera de Grütli…

© Rubén A. Barreiro 2015

5 de junio de 2015




Las guerras de Bizancio y sus consecuencias territoriales (II)

Mg. Rubén A. Barreiro


2b.      De la formación del Imperio a las guerras de Justiniano (Parte II)
 
 

La secuencia, procedimiento que iremos repitiendo a lo largo de este 

trabajo, sitúa el periodo tratado con relación al anterior y al que le sigue, 

mostrando los cambios territoriales.