En la página FUEGO Y MANIOBRA encontrará la Introducción y capítulos referidos a la guerras en la Edad Media, de la obra del mismo nombre del Dr. Mg. Jorge A.Vigo

28 de marzo de 2015




Handgonnes, los  “cañones de mano” medievales.

Conclusión

Mg. Rubén A. Barreiro

El handgonne, arma de fuego y de combate cuerpo a cuerpo. Algunos handgonnes estaban construidos con formas especiales que permitían que cuando la lucha se tornaba en un cuerpo a cuerpo, podían utilizarse como hachas o mazas, tal como se muestra en las ilustraciones (GREENER,  46 ; DELBRÜCK, 38.)

25 de marzo de 2015

Handgonnes, los  “cañones de mano” medievales.

Tercera Parte

Mg. Rubén A. Barreiro

La operación del handgonne.  Importancia del tema. El handgonne, a través de sus variadas versiones y durante el lapso en que fue utilizado, no tuvo un carácter gravitante y menos aún, decisivo, en los combates y sitios en que participó. Competía, con notorias desventajas, con el arco largo y la ballesta.  Pero fue un precursor, un punto de partida, que desembocó en las armas de fuego individuales que sí constituyeron un elemento relevante en las “revoluciones militares” habidas a partir del siglo XVI. Es por tal razón que el estudio de la operación del handgonne mostrará cómo se llegó, por el camino del ensayo y error, a aquellas armas que alcanzaron, ellas sí, resultados decisivos en la historia de la guerra.

21 de marzo de 2015

La frase de la semana.


¿De qué servirán en adelante la astucia de los hombres de armas, su prudencia, su fuerza, su audacia, su bonhomía, su disciplina militar y su deseo de honor, si en la guerra se ha permitido el empleo de tales invenciones?  Anónimo.


Con esta frase, su anónimo autor evocaba la muerte de uno de los “caballeros sin miedo y sin reproche” de fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento, Louis de Tremoille, y las invenciones mentadas eran las armas de fuego y, para el caso, los arcabuces, con uno de los cuales un soldado español dio muerte al general francés en la batalla de Pavía. Por cierto, frases con el contenido de la transcripta han acompañado la aparición de nuevas armas o la utilización de algunas consideradas como símbolos de cobardía o de inmoralidad, pese a lo cual y en la gran mayoría de los casos, se siguieron usando... Lico, el personaje del Heracles o Heracles Furioso de Eurípides, desprecia a Hércules: “adquirió su reputación de bravura… luchando con animales. Pero, por lo demás, sin ningún coraje. Jamás ha sostenido un escudo en su brazo izquierdo ni enfrentado una lanza, aunque llevando un arco, la más cobarde de las armas, siempre estaba listo para huir. Lo que prueba la valentía de un guerrero, no es el tiro al arco, sino aguardar, el ojo avizor, el asalto de un mar de lanzas y defendiendo su puesto”. Y Plutarco recuerda a Archidamus, rey de Esparta, cuando al ver el proyectil lanzado por una catapulta, exclamó: ¡Por Hércules! Ha muerto el coraje del hombre! John Hale cita al teólogo renacentista Heinrich Salmuth: "¿Qué dijo el laconio al ser herido por un dardo? No me peocupa la muerte, sino haber caído por una herida provocada por un enclenque arquero” (otro de los “deméritos” de arcos, ballestas y armas de fuego era que no requerían, según sus detractores, demasiada destreza o fuerza física para usarlas). Soldados armados con ballestas, handgonnes o arcabuces, en muchos casos fueron muertos al caer prisioneros por el hecho de usar esas armas, que “mataban a la distancia y sin peligro para el que las usaba” (esto último era, por cierto, más que relativo...). La ironía, que tal vez el anónimo autor no tuvo en cuenta, es que la infantería del ejército francés en Pavía, del que el señor de Tremoille era uno de los jefes destacados, también estaba armada con arcabuces, que habían reemplazado desde hacía un tiempo a las tan temidas y denostadas ballestas.
© Rubén A. Barreiro 2015

12 de marzo de 2015

Handgonnes, los  “cañones de mano” medievales.


Segunda Parte

Mg. Rubén A. Barreiro

Características del handgonne. Los primeros ejemplares de handgonne consistían en un cañón de hierro o bronce, cuya sección exterior podía ser redonda, hexagonal u octogonal. La boca del cañón tenía en algunos casos un reborde, para reforzar el área de salida de los gases, donde estos son más fuertes  . En el ánima del cañón, la parte posterior, es decir la recámara donde se aloja la pólvora , era de un diámetro inferior al del resto ③. En la parte exterior, en cambio, dicho diámetro era mayor  ,  refuerzo necesario teniendo en

6 de marzo de 2015

Handgonnes, los  “cañones de mano” medievales.

Primera Parte

Mg. Rubén A. Barreiro

Sumario.

Primera Parte

Las primeras armas de fuego en Occidente.
Aparición del handgonne.
¿Cómo se llega al handgonne?

Segunda Parte
Características del handgonne.
Una variante: el hackbut.
Un avance del handgonne: el culverin o culebrina de mano.

Tercera Parte 

La operación del handgonne.
El handgonne, arma de fuego y de combate cuerpo a cuerpo.
Handgonne vs. arco largo y ballestas.
Significación de la aparición y uso del handgonne.
Anexo I  El handgonne en batalla
Anexo II Sobre la llave de mecha (matchlock)         
Bibliografía.

Las primeras armas de fuego en Occidente. 
Para describir un mismo fenómeno, el de la aparición y empleo de las armas de fuego durante la última parte de la Edad Media, se ha hablado de “revolución de la pólvora” (PARKER, passim; MCLACHLAN, 7) y de “revolución de la artillería” (ROGERS, 64-76.) Prescindiendo de cuestiones semánticas, puede decirse que una u otra revolución comenzó cuando se descubrió que la pólvora, siempre hablando de su uso militar, además de sus efectos incendiarios y explosivos, tenía la capacidad de actuar como propulsor. Esto es,  impulsar con los gases originados por su combustión a un proyectil alojado en un tubo metálico (FRISCHLER, 217.) [1] Y, por consiguiente, dotar al proyectil de un poder de penetración (DELBRÜCK, 27.) Una variante de gran interés es aquella que expresa que “la real invención que condujo de la pólvora al disparo [de un proyectil] fue la invención del proceso de carga [del arma]” (DELBRÜCK, 27.) Volveremos sobre este concepto al tratar de la “operación del handgonne”.